martes, 2 de diciembre de 2014

¿El fin justifica los medios?


Por Eugenio Rodríguez, sacerdote diocesano


Parece aceptado que un principio moral claro es que «el fin no justifica los medios». Nos referimos con ello a que un fin justo y noble no justifica que el camino para llegar a ello pueda ser explotador o inmoral.
Llegar a lo alto de una montaña no justifica que lo haga a hombros de otro. Escribir un libro no justifica que lo plagie. Construir una familia no justifica comprar esposa... El fin que se busca, por noble que sea, no justifica que se alcance de cualquier manera. Gandhi decía: En los medios se anticipan los fines. Decimos habitualmente que algo torcido es algo maquiavélico porque un tal Maquiavelo defendía que el fin justifica los medios.
Pero ahora llega diciembre con sus loterías. Esas que se vienen anunciando desde mayo. Y entonces los principios se echan a temblar. Y como hay que sacar dinero para tantas causas justas... la moralidad de los medios puede ponerse entre paréntesis. Y se aparca ese importante principio.
Las loterías tienen unos fines reales y objetivos:
1) Recaudar para el Estado.
2) Concentrar la riqueza en pocas manos.
3) Mantener las ilusiones sin dar soluciones.
No tememos exagerar si decimos que las loterías son inmorales. No las hacen justas las razones que tantas veces se aducen. Se dice que dan empleo. Pero ¿vale todo lo que dé empleo? También el terrorismo, la prostitución o las guerras dan empleo. Se dice que se logran fondos para tareas nobles. Pero ¿el fin justifica los medios? No creo que el cebo de la lotería haga que nadie pueda, objetivamente, colaborar más.
A los forofos de esas loterías les propongo que las apliquen a su familia. Pongamos por ejemplo una familia de 10 primos. Cada uno pone -por ejemplo- 6.000 euros. Total 60.000 euros. De entrada se entregan 30.000 euros al Estado. Después pueden hacer un sorteo en el cual haya tres premiados. A dos se les daría lo mismo que han jugado. Y el gordo sería darle el doble de lo jugado a uno. A mi empresa le corresponden 6.000 porque para eso hemos dado la idea. ¿Hay alguna familia tan tonta que acepte este timo? Pues este es el timo que aceptan los jugadores de lotería.
Pero no se preocupen que la cosa tiene arreglo. En vez de 6.000 euros por persona pueden poner 6.600 euros. Y los 600 pueden entregarlo a Cruz Roja. Total: la nada despreciable cantidad de 6.000 euros iría a Cruz Roja, o a la Benemérita ¡no discutamos por eso! Para darle a Cruz Roja 6.000 euros, 7 personas tienen que perder 6.000 euros
¿No es de locos?
Pero es más. No hablamos de imaginar. Hablemos de hechos. Ningún personaje de los que realmente admiramos de la historia de la humanidad por su valentía, solidaridad, amor al prójimo... dedicó su vida a jugar a las loterías de su tiempo. Sócrates, Jesucristo, Francisco de Asís, Gandhi, Luther King... ninguno. Y todos realmente combatieron lo más grave de la lotería que es su cultivo de la avaricia (clásicamente pecado capital). Se enfrentó a la lotería de su tiempo nada menos que san Juan de Ávila, patrón de los sacerdotes españoles: No pueden morar juntos Dios y el demonio (...) ¡Ah, desdichado de ti, porque juegas porque es Pascua de Navidad! (Sermón 2º, Venida de Cristo al alma ¿Cómo Prepararse? Domingo III de Adviento. BAC 1970, II, 61-62).
Defiende la doctrina de la Iglesia aquello de la Biblia: Ganarás el pan con el sudor de tu frente. Y así lo han defendido la inmensa mayoría de los cristianos, que no son rentistas sino trabajadores que han vivido tanto o más que los monjes aquello de Ora et labora cuando -tantas veces- oraban mientras laboraban. Y así se han hecho las más importantes obras de la Iglesia. Sobre todo con trabajo. Así siguen millones de cristianos. El conocido padre Kolbe (asesinado por los nazis) fue capaz al mes de llegar a Japón de tener toda una red de publicaciones cristianas... sin lotería. Y no podía ser de otra manera cuando el fundador había dicho Vengan a mí los cansados y agobiados. Y no había dicho vengan a mí los chollistas.
¿Qué decir de dos siglos de movimiento obrero socialista y anarcosindicalista? Construyó periódicos, casas de cultura, cooperativas, bufetes laboralistas y un largo etc. de iniciativas... ¡sin loterías! Con trabajo solidario. ¿Qué loterías promovió Angel Pestaña? ¿Y El Noi del Sucre? Lean las vidas militantes de dos siglos de entrega solidaria y no encontrarán ni el más mínimo atisbo de loterías más que para criticar su potente capacidad de alienación. Dice Abad de Santillán lo que tantos obreros pobres experimentaron: el periódico se sostenía por los sacrificios hechos con alegría. Sacrificio y alegría.
En 1953 decía Guillermo Rovirosa, militante cristiano hoy en proceso de beatificación: Uno de los mejores ‘trucos’ inventados para alimentar el individualismo de los desposeídos es el de las loterías de tipo nacional. Esto parece solamente un recurso para el tesoro público, pero no hay duda de que su gran éxito en los países de moneda desvalorizada consiste precisamente en su facultad de alimentar la esperanza de los que no creen en la Providencia y desconfían de la solidaridad humana. El hecho -se piensa- es que en cada sorteo se sacan algunas almas del purgatorio terrenal para entrar en el cielo capitalista.
En el año 2006 los españoles gastamos 2.700 millones de € en Lotería de Navidad. La media de gasto por habitante fue de 60 €. El Estado gastó en Ayudas a la rehabilitación y acceso a vivienda 1.100 millones de €. ¿Qué pasaría si juntáramos ese dinero en una caja solidaria para solucionar todos los problemas de todos?
No, nunca el fin justifica los medios.

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